Figatelli-Figatellu (Fresco)

Elaborados artesanalmente en Córcega

Los Figatelli se elaboran según los métodos tradicionales corsos, y cada etapa contribuye a su sabor único:

1. Selección de la carne y de los ingredientes : Los Figatelli se elaboran a partir de trozos de carne de cerdo, con una elevada proporción de hígado, que les confiere un color oscuro. Se añaden especias, a veces hierbas como el tomillo o el laurel, para realzar el sabor.
2. Embutido y secado: A continuación, la carne sazonada se embute en tripas naturales y se seca al aire libre durante unos días para que desarrolle sus primeros aromas.
3. Degustación rápida: A diferencia de otros embutidos corsos, los figatelli se consumen mejor frescos, para poder apreciar plenamente su intenso sabor. Se consumen sobre todo en invierno.

Las incomparables características de los figatelli corsos

• Un sabor potente y rústico: con su elevada proporción de hígado de cerdo, los Figatelli tienen un sabor único, intenso y ligeramente amargo que refleja toda la fuerza del terruño corso.
• Una textura que se deshace en la boca: asados a la parrilla, quedan ligeramente crujientes por fuera y tiernos y fundentes por dentro.
• Un producto de temporada: tradicionalmente consumidos en invierno, los figatelli se degustan frescos de noviembre a marzo.

Consejos de degustación

Los figatelli son versátiles y pueden comerse de muchas maneras, pero algunos métodos tradicionales permiten apreciar toda su riqueza:

• A la brasa: Es la forma más clásica y popular de degustar los figatelli. Basta con asarlos ligeramente para que queden divinos.
• Con polenta o lentejas: Los figatelli son el acompañamiento perfecto de platos rústicos como la polenta, las patatas o las lentejas, para una comida completa y reconfortante.
• En sopa o estofado: También pueden añadirse a platos cocinados a fuego lento para realzar los sabores y dar carácter a las recetas corsas.
• En pan: Un bocadillo sencillo y eficaz, servido con patatas fritas frescas.

Conservación de los figatelli

Los figatelli crudos deben conservarse al vacío en el frigorífico (véase la fecha de caducidad en el envase). Una vez cocidos, pueden conservarse 48 horas en el frigorífico en una caja hermética.

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